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5 formas de evitar que te sientas agotado por el trabajo

A lo largo de toda tu vida estarás trabajando 70,400 horas (si empiezas a los 25 y te jubilas a los 65), es decir, trabajarás más de 10 años sin pausa.

Déjame preguntarte lo siguiente: ¿cómo quieres verte y sentirte durante este largo periodo de tiempo?. Probablemente la respuesta obvia es “quiero sentirme bien y con salud”, pero honestamente ¿estás haciendo algo para cuidarte mientras trabajas?

Piensa en esto, tu trabajo abarca casi la mitad del tiempo que permaneces despierto, por lo tanto, tus hábitos diarios dictarán el rumbo de tu calidad de vida hoy y en el futuro.

Es momento de hacer algo al respecto. A continuación encontrarás 5 hábitos simples para cuidar tu salud a lo largo de tu caótica rutina. Te tomará unos pocos minutos ponerlos en práctica y disfrutar esa bonita sensación de sentirte mejor (y rendir más).

1. Alimenta tu cerebro antes de trabaja

Tal vez piensas que es el consejo más aburrido del mundo, pero antes de que te saltes este punto, dame una oportunidad de explicarte por qué es tan importante.

Tu cerebro es el 2% del peso de tu cuerpo, pero requiere el 20% del total de tu energía. De hecho, está comprobado que existe una relación directa entre la concentración y el desayuno. Por lo tanto, llenar el tanque de combustible por la mañana es fundamental para rendir adecuadamente durante todo el día.

El combustible del que hablamos se trata en realidad de la glucosa. Los alimentos son los responsables de aportarla y tu cuerpo de transformarla en valiosa energía.

Tú quieres que esa energía se mantenga estable durante el día, de manera que te permita empezar y terminar todas tus actividades. El problema es que no todos los alimentos aportan combustible de calidad. Algunos alimentos te darán un pico de energía rápida que dura poco tiempo (y que después te hace sentir agotado), mientras que otros alimentos te darán una dosis de energía estable y continua.

Por ejemplo, un croissant de chocolate tiene grandes cantidades de azúcar, poca fibra y proteína, lo que te dará una dosis de energía rápida, pero al poco tiempo sentirás un bajón de energía. En cambio, un yogurt natural (sin azúcar) con fruta fresca, contiene azúcares naturales, fibra y proteína, lo que en conjunto te dará una dosis de energía estable que permanece por más tiempo.

¿Qué hacer? Incluye en tu desayuno una porción de fruta fresca, un alimento con proteína (huevos o yogur natural), y un cereal integral (avena o pan integral).

2. No te olvides de hacer pausas 

10 minutos de pausa, pueden ser tiempo extra trabajando. Pero contrariamente a lo que piensas, trabajar largo y corrido no te hace más productivo, sino que te hace menos saludable y disminuye tu rendimiento. Además, se ha comprobado que hacer una pequeña pausa mejora tu creatividad y tu capacidad de resolver problemas.

Por lo tanto estos minutos de break, pueden convertirse en tus mejores aliados si sabes aprovecharlos correctamente. Así que esto es lo que NO deberías de hacer en tus pausas: fumar, seguir sentado por mucho tiempo en otro lugar, o comer algo poco saludable.

En su lugar por qué no mejor inviertes ese tiempo en algo que te haga bien. Por ejemplo: respira y medita por unos minutos, haz algunos ejercicios de estiramiento para mejorar tu postura sentado, sal a caminar en el aire libre, o come una fruta alejado de cualquier pantalla.

¿Qué hacer? Programa una alarma para no olvidar hacer una pequeña pausa a media mañana, y sobretodo, una pausa larga para comer con tranquilidad y saborear cada bocado con atención.

3. Mueve tu cuerpo a lo largo del día 

Permanecer sentado por periodos de tiempo prolongados se ha convertido en la realidad de la mayoría. Sin embargo, se ha demostrado que esta situación puede ser tan perjudicial como fumar; a medida que la cantidad de tiempo sentado aumenta por encima de siete a ocho horas, el riesgo de muerte aumenta (independientemente de la cantidad de ejercicio que hagas).

Lo anterior quiere decir que es importante invertir un tiempo para hacer ejercicio (incluso pocos minutos al día hacen la gran diferencia), sin embargo, también es importante mover tu cuerpo a lo largo del día. Esto además de hacerte sentir bien, te ayuda a concentrarte. 

¿Qué hacer? Muévete más, por ejemplo: trabaja unos minutos de pie, regresa en bicicleta a casa, estaciona tu coche más lejos, prefiere siempre las escaleras, organiza tus juntas sin sillas, o usa la canasta para ir al supermercado en vez del carrito.

4. Respeta tu tiempo libre y de descanso

Muchas veces las actividades laborales, deberes en casa y compromisos familiares absorben todo el tiempo disponible. Las cosas se ponen peor porque ahora puedes llevar el trabajo a todas partes, lo que hace cada vez más difícil separar el tiempo libre de nuestro tiempo laboral productivo.

Tu tiempo libre (sin importar cuánto sea) tiene que ser respetado, pues de éste dependerá en gran parte tu productividad futura.

¿Qué hacer? En lugar de agendar tus actividades del día de mañanas a tardes, empieza a hacerlo a la inversa, es decir de noches a mañanas. Establece primero la hora en la que tendrás tu merecido tiempo libre, y a partir de ahí agenda hacia atrás. De esta forma aprenderás a calcular mejor el tiempo que te toma cada una de tus tareas (en lugar de arrastrarlas hasta la medianoche).

5. Duerme lo suficiente

Las consecuencias de no dormir bien tú ya las conoces: no logras despertar temprano, te sientes cansado y de mal humor, tu concentración disminuye y es probable que comas más de la cuenta.

Por eso, la pregunta clave es ¿cómo hacer espacio para ir a la cama más temprano?

Tengo un consejo fácil que puedes poner en práctica a partir de esta noche. Lo único que tienes que hacer es prepararte para ir a la cama después de cenar (sin tener que ir a dormir). Es decir, lávate los dientes y ponte la pijama. De esta forma será mucho más fácil simplemente ir a dormir sin posponerlo.

¿Qué hacer? Programa una alarma en tu móvil que te recuerde prepararte para ir a la cama (sin tener que ir a dormir en ese momento).

Ahora ya sabes cómo puedes empezar ahora mismo a mejorar tu salud. Convierte estas actividades en hábitos en tu rutina diaria, verás que rápido aparecerán los buenos resultados.

No descuides tu bienestar por el trabajo, porque al final, ¿qué puede ser más importante que eso?

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