Comenzar una nueva actividad económica requiere capital. Sin embargo muchos emprendedores terminan aprendiendo que el capital sólo no es ninguna garantía de éxito. El éxito es un ejercicio de inteligente gestión financiera, cuidadosa planificación estratégica y sí, mucha suerte.
Comenzar una nueva actividad económica requiere capital. Sin embargo muchos emprendedores terminan aprendiendo que el capital sólo no es ninguna garantía de éxito.
Muchas empresas, como la burbuja de Internet demostró muy bien, comenzaron con millones en sus arcas para terminar en los “caños”.
Mientras que unas pocas empresas con presupuestos muy reducidos eventualmente crecieron hasta llegar a ser éxitos extraordinarios. ¿Cómo puede ser esto?
El éxito en los emprendimientos no es necesariamente un concurso de billeteras gordas.
Por el contrario, es un ejercicio de inteligente gestión financiera, cuidadosa planificación estratégica y sí, mucha suerte.
Los emprendedores exitosos saben como estirar al máximo cada peso o dólar de que disponen.
- Establece metas realistas
El primer paso que cada empresaria/o debe dar para la puesta en marcha de una nueva actividad es determinar correctamente el alcance y tamaño de su negocio.
Estudia nuevamente la empresa que tienes en mente y determina si está dentro de un rango que realizable y deseable.
2. Planifica tus gastos correctamente
Muchos empresarios inician un negocio sin la menor idea de los costos. O bien sobre estiman el costo, o peor, subestiman los recursos financieros necesarios para capitalizar correctamente el negocio. Esto es especialmente evidente en la preparación de las proyecciones financieras en el plan de negocios.
Algunos empresarios preparar las proyecciones financieras con números que no cuadran con otras secciones del plan de negocios (ej. La sección de Comercialización habla de las campañas televisivas con un presupuesto de $200!).
Algunos ni siquiera incluyen una lista de suposiciones para explicar en que basaron sus números. De la nada sienten que sus negocios pueden crecer un 20% el primer año y un 40% el segundo, sin explicar como se puede conseguir ese crecimiento.
3. Financia tu negocio con inteligencia
Para muchos emprendedores no hay una sola fuente que le permita financiar toda la operación. El dinero proveniente de una fuente (por ejemplo: la madre) puede ser suficiente para adquirir las materias primas pero aún así necesitará dinero como capital de trabajo.
Los emprendedores necesitan ver el financiamiento como la suma de las partes de su negocio: lo que tu financias son los activos individuales que necesitas para el negocio.
Te debe preguntar siempre: ¿Cuál es la mejor forma de financiar este activo usando la menor cantidad de dólares por adelantado?
La fuente ideal de financiamiento es la que provee el mayor período de pago, al menor interés, requiere poca o ninguna garantía y no demanda responsabilidad personal. Ay, casi un cuento de hadas. Lo siguiente mejor opción es elegir, dadas sus prioridades, lo que tiene más sentido para tí y tu negocio.
4. Pon tu dinero donde fructifique
Los emprendedores de escasos recursos tienen una cosa en común: les falta dinero y a menudo luchan por conseguir capital para su empresa. El capital para la puesta en marcha de una empresa va a una de estas inversiones: «activos fijos» (muebles, mobiliario y equipo), o «activos de trabajo» (inventario y capital de trabajo).
A pesar de la falta de capital, muchos emprendedores invierten la mayor parte del dinero en equipamiento elegante y unas oficinas muy chick (gastos que una empresa que está luchando por surgir puede muy bien obviar).
Este es un error común en la toma de decisiones. Los emprendedores exitosos invierten todo lo posible en capital de trabajo –lo que trae cash y ventas- y lo menos posible en activos fijos.
5. ¿Es este el momento adecuado?
El momento oportuno puede ser clave para el éxito de una puesta en marcha. Hay un tiempo apropiado y un mal momento para abrir un negocio, especialmente si tu negocio es de naturaleza cíclica o de localización estacional.
La apertura de un espacio minorista en tu shopping mall favorito, o tu propia conveniencia no deberían ser sus razones para iniciar un negocio. Por el contrario, debes planificar detenidamente los meses en que la cresta de la demanda de su producto termina.
6. Controla el efectivo
Dicen que el cash-flow o flujo de fondos es el alma de una pequeña empresa. Y con razón. Tu negocio sobrevivirá sólo mientras tenga dinero en efectivo para pagar sus obligaciones financieras. Con un capital limitado, el flujo de efectivo controla cada decisión en empresas con pocos recursos, y puede ser la única manera de navegar durante su fase inicial.
Una regla clave para emprendedores: sólo cuando tienes suficiente dinero en efectivo puedes siquiera empezar a pensar de los beneficios. Muchas empresas fallan no porque no tienen suficiente capital, sino porque fracasan en planificar apropiadamente la etapa de escasez de capital.
7. Impulsa las ventas
Hacer crecer las ventas depende de varios factores: la naturaleza de la empresa, su ubicación, el nivel de la competencia, y la intensidad de la comercialización y promoción que lleve adelante.
El objetivo de todo emprendedor escaso de recursos debe ser conseguir ventas inmediatamente. Si tienes un préstamo bancario o te financiaste con tu tarjeta de crédito, por ejemplo, tus acreedores no te permiten retrasar sus pagos simplemente porque tú estas todavía en el proceso de desarrollar sus ventas. Quieren cobrar ¡ahora!
Por lo tanto necesitas impulsar la comercialización de tu empresa, quizás con unos volantes esta semana, un pequeño anuncio en el diario local la siguiente, o mediante el envío de gacetillas y contribuir con artículos en revistas, blogs o sites que tu mercado objetivo visita.
La regla clave es dedicar al menos 2 horas diarias al marketing. Conoce los pasos que dará antes y después de abrir para maximizar las ventas y ayudar al negocio a apurar el crecimiento de las ventas.
8. Equilibra tus objetivos de ventas y beneficios
Las ventas y los beneficios no siempre van de la mano. Algunos emprendedores están dispuestos a recortar sus beneficios en un esfuerzo por mejorar las ventas. A menudo el volumen por si sólo no será capaz de compensar la pérdida de beneficios.
Trata de mantener la ganancia bruta al menos igual que los promedios de esa actividad. Esfuérzate por encontrar el equilibrio entre una sólida política de capturar ventas sin sacrificar los márgenes de beneficio necesarios.
9. Se “delgada/o y miserable”
Una empresa que lucha por arrancar no necesita pesos muertos. Mantiene tus costos fijos bajos y gasta sólo en las cosas que pueden contribuir a mejorar sustancialmente lo esencial (o sea, invierte, no gastes…).
Si todavía puedes funcionar adecuadamente desde la oficina que tienes en tu casa, no hay necesidad de arrendar un espacio de oficinas en la zona céntrica.
Evita contratar a un empleado permanente si todavía puede arreglarse con personal temporal y estacional.
Cada dólar gastado debe estar directamente vinculado con los ingresos: gasta un níquel (5 ctvs) sólo cuando usted esté segura/o que obtendrá 10 centavos de retorno :-).
10. Domina las herramientas financieras
Como propietaria/o de su negocio, tú eres responsable por la vida y crecimiento de tu empresa. Eso implica saber, no sólo el marketing o los aspectos productivos de su negocio, sino las herramientas financieras que necesitas para gerenciar tu empresa efectivamente. La comprensión de las finanzas de tu negocio te dará el control de su dirección.
Aunque esto puede resultar intragable para algunos emprendedores, conocer el aspecto económico del negocio te dirá donde ha estado, a donde se dirige y cuán rápido llegará.
Por supuesto que puedes contratar un contador o alguien que le lleve los libros, pero TU misma/o DEBES entender tu flujo de fondos (cash flow), ingresos, estados de ganancias y pérdidas y el punto de equilibrio (break-even-point).