Es muy difícil que en este momento haya algún pronóstico económico válido para anticipar qué sucederá con el Producto Interno Bruto (PIB) mexicano este año.
Simplemente, será el comportamiento de la expansión de la pandemia en territorio nacional lo que habrá de determinar si se mantienen o no las medidas de aislamiento social y, por lo tanto, de parálisis de la actividad económica.
Aun si el gobierno federal toma de manera arbitraria la decisión de distender lo que llaman la Jornada Nacional de Sana Distancia, habrá que ver cuál es la respuesta social. Hay que recordar que antes de que la 4T le diera la importancia necesaria a los contagios masivos de Covid-19 en México, los ciudadanos ya habían adoptado sus propias medidas de distanciamiento, en un claro rebase al gobierno federal ante su pobre respuesta inicial.
Por eso es que, aunque la autoridad decrete que se acabó el confinamiento, falta ver que la ciudadanía se atreva a reactivar las actividades de comercio y servicios de forma masiva.
Y esto es lo que hace complicado poder acertar a una cifra de caída de la economía mexicana.
Los analistas que consulta mensualmente el Banco de México pasaron de una expectativa de crecimiento económico este año en febrero de 0.90% para todo este 2020, a -3.5% en marzo, a -7.1% en abril. Ese cambio drástico es por la incorporación a sus cálculos del SARS-CoV-2 y la imposibilidad de ponderarlo adecuadamente.
En lo que hay consenso es en que la calidad del rebote de la economía mexicana será muy deficiente. No tendrá la economía mexicana los motores necesarios para crecer, simplemente porque la administración de López Obrador no ha articulado un plan de respuesta ante la caída.
Todo este tiempo que ahora se pierde crecerá de forma exponencial cuando se quiera encontrar una salida.
A la caída histórica de la economía que en estos mismos momentos padecemos, seguirá una tímida recuperación que apenas alcanzará para que el próximo año la economía pueda crecer, de acuerdo con estos mismos expertos que consulta el banco central mexicano, 2.2 por ciento.
Así, la economía recibió la pandemia con cero crecimiento, caeremos siete pisos y después podremos recomponernos para subir sólo dos.
Y en las cuentas trimestrales, el resultado de este segundo trimestre del año será algo nunca antes visto en la economía mexicana.
La pandemia tira en estos momentos la economía, pero la falta de programas claros de recuperación económica por parte del gobierno federal hará que la recuperación sea mediocre, insuficiente.
No será para el mundo entero algo sencillo recuperarse de la depresión económica derivada de la pandemia del Covid-19, por la falta de confianza que habrá de manera general a exponerse a actividades de presencia masiva de personas.
Pero al paso de los siguientes años se marcará una clara diferencia entre los que hicieron lo correcto para dejar atrás la depresión económica y los que simplemente se cruzaron de manos buscando soluciones en donde no las había.