Qué me gustaría comer en el espacio ultraterrestre? Estos son los pensamientos que ocupan actualmente a Matthias Maurer. El hombre del Sarre es el duodécimo astronauta alemán que puede volar al espacio. Probablemente en 2021 hará su primer viaje a la Estación Espacial Internacional ISS. “Mi colega francés del equipo, Thomas Pesquet, previsiblemente volará a finales de marzo. Yo soy quien lo secundo. Esto significa que puedo sustituirlo si surgen problemas y, con suerte, formar parte de la primera tripulación cuando la siguiente cápsula despegue desde aquí”, señaló en una entrevista con el Tagesspiegel.
Ya está eligiendo las comidas que le permitirán comer en la ISS, además del suministro de alimentos básicos que es idéntico para todos. Los astronautas llaman a estas comidas “alimento extra”. Restauradores del Sarre han preparado con este fin especialidades de la región natal de Maurer adecuadas para viajes espaciales, las cuales serán sometidas a votación general. Maurer lleva el plato más popular con él en su viaje al espacio. “Por un lado, los alimentos extra como estos platos del Sarre ayudan a añadir variedad a la dieta espacial habitual, y por otro lado nos permiten compartir nuestra cultura con los demás y disfrutar de un poco del país de origen”, explica el astronauta.
Durante su estancia en el espacio, el científico doctorado en ciencias de los materiales realizará principalmente experimentos médicos y científicos, por ejemplo sobre el desarrollo de medicamentos. Adquirió experiencia en este campo ya antes de empezar en la ESA. De 2006 a 2010, Maurer trabajó como ingeniero de proyectos para una empresa de medicina, investigando materiales y técnicas para la producción de productos médicos desechables y filtros de sangre para diálisis.
En 2008 Maurer se postuló para el programa de astronautas de la ESA y fue aceptado. En 2017 fue llamado a ocupar un puesto en el “cuerpo de astronautas” en la ESA. Un año después completó el codiciado entrenamiento básico. “Estoy increíblemente emocionado de poder un día ver la Tierra desde el especio exterior. Probablemente pasaré la mayor parte del tiempo mirando hacia abajo”, comentó Maurer. Hasta su primer vuelo espacial entrena en Houston, Texas, todo lo que necesita para su estancia en la ISS. Desde los paseos espaciales, los llamados “space walks”, hasta la realización de experimentos en torno a la ingravidez.