Te contamos unas cuantas cosas sobre cómo ir de mochilero, hacer la mochila y ahorrar en el viaje.
Los mochileros tienen que tener en cuenta muchas cosas cuando planean un viaje. Además de la lista habitual de cualquier viajero o turista (el peso de la maleta, los vuelos, el alojamiento, las actividades…) también tienen que tener en cuenta intentar hacer que el presupuesto dure lo máximo, prepararse para cambiar de transporte varias veces… y adaptarse a estar siempre en movimiento.
Aquí van los mejores consejos para preparar una aventura de mochilero con éxito. Vayas a viajar por Europa o a hacer senderismo en la Amazonia, estos consejos te ayudarán a que la experiencia sea inolvidable.
Antes de ir
- Investiga
Obvio, pero por más que lo sea no hay que dejar de hacerlo. A pesar de que una buena parte de la experiencia de ir de mochilero debería ser la espontaneidad y la libertad de movimiento, esto no quiere decir que pases de investigar tu destino o destinos. Echarle un vistazo a las guías de viajes te ayudará a inspirarte para estructurar tu viaje y, de paso, todavía te dará más ganas de embarcarte en la aventura.
- Haz la maleta con cabeza
Un buen mochilero (como todo el mundo) tiene que ceñirse a las restricciones para el equipaje de las aerolíneas, pero también tiene que hacer la maleta pensando que tendrá que cargar con la mochila a la espalda algo más que un turista cualquiera. Así que haz la maleta con cabeza. ¿Realmente necesitas 40 pares de calcetines? ¿10 libros? ¿9 botes de crema hidratante? Recuerda que aunque estés en el extranjero siempre puedes lavar la ropa y comprar productos de limpieza o cosméticos, así que ahórrate el espacio para las cosas que de verdad importan. Y aunque quizás tengas un presupuesto ajustado, cosas como un lector de libros digital o una tablet te ahorrarán mucho espacio.
De la misma manera, la manera en cómo haces la maleta te puede te ahorrar tiempo. Guarda las cosas esenciales (las que más vas a usar) arriba de todo para poder acceder a ellas sin tener que deshacer la mochila. El mejor lugar para los zapatos es en el fondo del equipaje.
- Reservar con antelación o no hacerlo, esa es la cuestión
Volvemos al tema de la espontaneidad y la improvisación. ¿Planearás el viaje y los alojamientos con antelación o dejarás la agenda en blanco? La respuesta se reduce al tiempo. ¿Vas a hacer un viaje de tres semanas por Francia o uno de seis meses en el Sureste Asiático? Quizás si te vas de mochilero por poco tiempo (dos meses o menos) tener el itinerario algo definido te ayudará a aprovechar al máximo el tiempo fuera. Sin embargo, si tienes por delante meses y más meses es difícil hacer planes detallados. Una buena idea puede ser reservar los primeros dos o tres destinos por adelantado, para luego dejarte llevar por el espíritu aventurero.
Mientras viajas
- Ahorra dinero en las atracciones
Una vez que estés en la carrera te darás cuenta de que el dinero vuela mucho antes de lo que pensabas. No te preocupes, no te están robando (al menos, eso esperamos). Lo que pasa es que estás gastando como si estuvieras en unas vacaciones normales, y no yendo de mochilero. ¡Que no cunda el pánico! Hay muchas maneras de ahorrar dinero sin tener que sacrificar las principales atracciones turísticas que siempre has soñado con visitar. Si tienes un carné de estudiante recuerda enseñarlo siempre que puedas, como si fuera un pase VIP, porque podría ser la manera de entrar gratis o conseguir descuento en lugares. Muchos museos tienen días (u horas) en las que son gratis.
- Cómo comer
Vas a visitar muchos lugares luego y es normal que quieras probar cosas nuevas. ¿Cómo ajustarse al presupuesto con toda esa comida deliciosa mirándote a la cara? Sería genial poder comer siempre en buenos restaurantes, pero te costaría caro. Date un capricho y come en algún lugar chulo de vez en cuando, pero te recomendamos que el resto del tiempo pruebes la comida callejera (en el sureste asiático está para chuparse los dedos) o compres en el supermercado y cocines el albergue. Esto último, de paso, es una buena manera de entablar conversación con otros viajeros.
- No malgastes los desplazamientos largos
Puede ser fácil desconectar durante los desplazamientos largos pero suelen ser una oportunidad fabulosa para disfrutar de la experiencia. Si la persona que está a tu lado es maja puedes intentar hablar con él/ella. Si son locales, además podrán darte algún buen consejo. Si no es muy simpático/a aprovecha para escribir en un cuaderno tus impresiones sobre el viaje, consultar la guía y hacerte a la idea de lo que quieres ver en tu próximo destino. Sin ser superficiales, te verás muy cool.
- Habla con la gente
Los mochileros pueden acabar en dos terrenos. Mientras que unos sólo se relacionan con sus compatriotas (tipo “españoles por el mundo”) también hay los esnobs que única y exclusivamente quieren hablar con la gente local. Ambos tienen cosas buenas y malas. Lo ideal sería combinar las dos actitudes y disfrutar del viaje. Mientras que otros viajeros te podrán dar consejos sobre lo que han visto, interactuar con la población local puede ser increíblemente útil… además de enriquecedor.
- Disfruta al máximo del destino
Te pasarás mucho tiempo en trenes y autobuses viendo pasar paisajes de película. Cuando finalmente llegues a tu destino intenta disfrutar al máximo de no tener jefe ni nadie que te diga lo que hacer. Evita el transporte público y anda tanto como puedas. Descubrirás cosas que no sabrías de ninguna otra manera, como arte urbano, tiendas preciosas y buenas cafeterías. O quizás alquila una bicicleta y date una vuelta por el campo. Intenta impregnarte tanto de cada lugar como puedas antes de volver a colgarte la mochila e irte.
A la vuelta
- No aburras a la gente
Sí, has hecho el viaje de tu vida y tienes muchísimas historias que contar sobre romances en la carretera, aventuras, momentos increíbles… pero para los que se han quedado en casa quizás tus estatus de Facebook y fotos de atardeceres en Instagram son más que suficiente. Cuando la gente te pregunte por tu viaje intenta ser breve. Si quieren saber más te lo preguntarán. Después de todo, no viajas para presumir, ¿o sí?
- Inmortaliza tus recuerdos
Habrás recolectado centenares de apuntes, notas de viaje, fotos, entradas a lugares y recuerdos de todo tipo durante el viaje. Mucho mejor que dejarlos tirados en el fondo de la maleta, ¿por qué no aprovechas y los conviertes en un álbum? O si tus recuerdos son digitales, quizás podrías hacer un vídeo con las fotos y los vídeos, además de esa canción que no has dejado de escuchar durante toda la aventura. Y siempre llévate algún recuerdo físico como un kimono de Japón o un imán para la nevera. Es una buena manera de empezar una conversación con alguien… si les quieres contar más sobre tu gran viaje.