Hace un par de semanas mencionaba en una conferencia que según cálculos de Brenner, Karl Sagan y los científicos actuales existen más de un millón de planetas en el cosmos con características similares a las de las tierra (el planeta azul), comentaba también que además en el polvo cósmico existen los componentes necesarios para que se forme DNA y que por lo tanto deberán de existir no menos de un millón de posibilidades de vida originada en este contexto de la teoría llamada PANSPERMIA.
También explicaba que en el futuro la tecnología se vería tan desarrollada que existirían los robots que realizarían múltiples tareas para los humanos; luego vendría la generación de robots que con sus información serían capaces de mejorar sus diseños y auto-replicarse con renovadas características, finalmente y con el desarrollo de esta sofisticada y perfeccionada tecnología incorporaríamos estructuras de esta tecnología en el cuerpo humano para sobrevivir a enfermedades como el cáncer, las enfermedades degenerativas, cardiovasculares y metabólicas.
En esta última parte no habrá que esperar mucho, hemos avanzado ante la necesidad y es por eso que ya existen ojos cibernéticos así como oídos de las mismas características capaces de hacer ver y oír a invidentes y sordos de nacimiento; también se han creado brazos mecánicos controlados con dispositivos cerebrales y estructuras que pueden incorporarse al corazón para sustituir partes dañadas o inclusive un corazón totalmente computarizado que puede sustituir al trasplante en individuos que actualmente hacen fila en espera de una oportunidad, al igual que lo hacen para recibir un riñón muchos insuficientes cardiacos y renales.
Hígados desarrollados en cultivos biológicos 100% compatibles al individuo, anticuerpos diseñados con nanotecnología altamente específicos para destruir células tumorales y secuenciadores implantados en el corazón para controlar arritmias, en el cerebro para controlar el Párkinson evitando el temblor incontenible de esta rara enfermedad. Tendremos en el futuro reservorios informáticos intracraneales, USBs adaptables para surtir de información a los individuos o proveerles recursos para dominar idiomas o complejos problemas matemáticos.
Jens Newman actualmente posee un sistema visual artificial, Dick Cheney tiene un dispositivo ventricular mecánico en su corazón que ayuda a mantener la función, Nigel Ackland usa un brazo mecánico capaz de ser controlado para realizar movimientos finos, Jesse Sullivan tiene dos brazos mecánicos que controla desde su cerebro, Michael Chorost tiene un dispositivo auditivo conectado a su cerebro que le permite escuchar después de haber perdido totalmente el oído.
Kevin Warwick profesor de cibernética en la Universidad de Reading, se colocó un dispositivo cibernético en el brazo para controlar, luces, computadora, aparatos electrónicos, encendido de su auto y puerta electrónica.
Por el momento los límites entre la cibernética y la biología no tienen una línea bien definida, las posibilidades de combinaciones son infinitas, las limitaciones como el uso de energía a través de un dispositivo como una pila están por resolverse.
La creación de interfases (dispositivos de conexión) entre el cerebro y aditamentos mecánicos se ha desarrollado notablemente, la robótica y las ciencias biológicas van en una pareja carrera logrando crear opciones que nos han sorprendido por su capacidad resolutiva y sus futuras aplicaciones.
Las consideraciones éticas y sociales han quedado pendientes ante los apabullantes beneficios de convertirnos en Cybors (cybernetic Organisms).
La robótica toma cada vez más auge en la medicina moderna, las interfases humano máquina han evolucionado a la perfección y la posibilidad de programas robóticos independientes del control humano para procedimientos quirúrgicos pronto serán una realidad.