La conversación es un cambio de ideas sobre diferentes puntos. Nos comunicamos mutuamente nuestros pensamientos y sentimientos que están anidados en nuestra inteligencia y en nuestro corazón.
La conversación nos brinda agradables momentos en nuestro diario vivir. Desahogamos muchas situaciones, y al mismo tiempo adquirimos muchísimos conocimientos.
Al conversar debemos respetar la opinión de los demás y, sobre todo, cuando hablamos con personas versadas en determinada materia, debemos de tratar de aprender y no discutir.
Quien discute por capricho o por facilidad de palabra es un necio y las personas inteligentes que lo escuchan, en lugar de considerarlo, lo menosprecian.
Es más digno hablar poco y bien, que mucho y mal. Cuando no domines un tema, tu silencio o asentimiento será la postura más elegante.
Al igual que en las demás ocasiones, respeta siempre la opinión de las personas mayores, de las señoras y de los profesionales, y aunque adviertas un error no debes corregirlo.